jueves, 2 de junio de 2016

El cambio de calendario del curso en la UGR: Un proceso antidemocrático en detrimento del alumnado

Esta mañana se aprueba en el Consejo de Gobierno de la Universidad de Granada el cambio de calendario académico. Este proceso, que se ha dado a lo largo del curso en un ambiente de falta de difusión, desinformación, y secretismo. Al fin y al cabo, es un proceso en el que las estudiantes no han tenido ningún papel. La Delegación General de Estudiantes, en una reunión de apenas 24 personas, ha usurpado la voz de las alumnas y carece, en este tema, de la legitimidad necesaria para imponer su criterio en nombre de todo el mundo.

La Coordinadora Sindical Estudiantil exige, dadas estas cuestiones, que se ponga en marcha un proceso plebiscitario, con carácter vinculante, que permita abrir un debate serio y libre sobre qué es más conveniente para el alumnado. Creemos que un consejo de gobierno presidido por una rectora que se auto describe como defensora de la voz de las estudiantes no puede, en ningún caso, tomar una decisión que afecta al futuro de la enseñanza en esta universidad sin tener en cuenta la opinión de las propias estudiantes que, a fin de cuentas, son las que tienen que organizar su vida académica.

No solo abogamos por un proceso democrático, sino que nos posicionamos en esta cuestión. Teniendo en cuenta las experiencias de todo el Estado en este tema, sabiendo de manera más directa qué suponen estos cambios para las estudiantes más vulnerables, las trabajadoras, nos negamos a reconocer este cambio como positivo, y presentamos los siguientes argumentos preliminares:

  • La dificultad de conciliación laboral y estudiantil: El adelanto de un mes supone una dificultad añadida para quienes trabajan en periodo de Navidad, y que nada más terminar deben examinarse.

  • La mayor dificultad para planificar las recuperaciones: La reducción del tiempo entre las convocatorias ordinarias y las extraordinarias no permite ni la reflexión sobre las asignaturas recién suspendidas, debido al solapamiento del tiempo intermedio y el tiempo de entrega de notas. En las asignaturas de 1er cuatrimestre tienen menos tiempo de preparación, y su repaso empieza de cero.

  • La imposibilidad de poder tratar con un mayor número de asignaturas para recuperar, debido precisamente a la reducción de tiempo. Las estudiantes que trabajan tienen mayor dificultad para separar las asignaturas de cada convocatoria. Esto facilitará el absentismo en la convocatoria de recuperación y el posterior aumento del precio de la matrícula para quienes no puedan con estos tiempos.

  • No existe la garantía de que se aplique el cambio de manera correcta. En otras universidades, como pasa en Córdoba, no han logrado ejecutar el cambio y tienen periodos de exámenes en julio Y también en septiembre, ya empezado el curso académico.

Sabemos los argumentos que ponen desde la institución, y creemos que no tienen en cuenta ninguna de las cuestiones más serias. Creemos que argumentos como tener “vacaciones de verdad” no atienden a la realidad de las estudiantes que necesitan estar adaptadas a los tiempos del mundo laboral para poder seguir estudiando, y creemos que este cambio facilita la expulsión de estudiantes de la universidad.

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