José Rosales / Lademocracia.es
El pasado jueves 24 de Abril decenas de estudiantes se manifestaron en Granada contra el Espacio Europeo de Educación Superior, también conocido como Plan Bolonia.
Multitud de colectivos entre los que se encontraban, la Coordinadora Sindical Estudiantil, Hartos de Bolonia, ERA, CNT y EEPP apoyaron la manifestación. Algunos de ellos llevaban trabajando desde hace meses para informar a los estudiantes acerca de que supondrán estos planes para el futuro de la educación universitaria.
La manifestación se desarrollo, en un ambiente festivo y lúdico, desde los comedores universitarios de Severo Ochoa hasta el rectorado, pasando por la catedral Granadina desarrollándose sin ningún tipo de incidente.
Según los manifestantes: Con esta reestructuración se pretende imponer una sociedad que cualifique a los futuros trabajadores precarios, aumentando el numero de horas de trabajo de los estudiantes hasta 40 horas semanales durante 9 meses al año, mediante los créditos (ECTS). Acostumbrándonos así a lo que serán las jornadas laborales en el trabajo. Además de la elitización provocada por la estructura de grados/post-grados junto a la carencia de becas.
Más de 800 estudiantes se unieron a esta convocatoria, exigiendo la paralización del proceso de Bolonia.
El pasado jueves 24 de Abril decenas de estudiantes se manifestaron en Granada contra el Espacio Europeo de Educación Superior, también conocido como Plan Bolonia.
Multitud de colectivos entre los que se encontraban, la Coordinadora Sindical Estudiantil, Hartos de Bolonia, ERA, CNT y EEPP apoyaron la manifestación. Algunos de ellos llevaban trabajando desde hace meses para informar a los estudiantes acerca de que supondrán estos planes para el futuro de la educación universitaria.
La manifestación se desarrollo, en un ambiente festivo y lúdico, desde los comedores universitarios de Severo Ochoa hasta el rectorado, pasando por la catedral Granadina desarrollándose sin ningún tipo de incidente.
Según los manifestantes: Con esta reestructuración se pretende imponer una sociedad que cualifique a los futuros trabajadores precarios, aumentando el numero de horas de trabajo de los estudiantes hasta 40 horas semanales durante 9 meses al año, mediante los créditos (ECTS). Acostumbrándonos así a lo que serán las jornadas laborales en el trabajo. Además de la elitización provocada por la estructura de grados/post-grados junto a la carencia de becas.
Más de 800 estudiantes se unieron a esta convocatoria, exigiendo la paralización del proceso de Bolonia.
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