viernes, 2 de diciembre de 2016

LA COORDINADORA SINDICAL ESTUDIANTIL ANTE LA NUEVA SITUACIÓN DE LAS REVÁLIDAS Y LA L.O.M.C.E.


1.     INTRODUCCIÓN
Desde la Coordinadora Sindical Estudiantil queremos analizar a la par que celebrar la victoria que el movimiento estudiantil y sus organizaciones han conseguido tras la última huelga del 24N. Tras años de constante movilización contra los diferentes ataques que los y las estudiantes y la educación pública han sufrido, parece que, de forma tímida se empiezan a obtener victorias.
Desde que comenzó la crisis económica, dichos ataques se han ido acentuando (éstos empezaron mucho antes). La bestial subida de tasas en las universidades públicas con más de 120.000 expulsadxs ya por esta razón, la LOMCE, las reválidas, los recortes presupuestarios que conllevan el despido de más de 20.000 docentes y personal educativo son solo las puntas de lanza de una política que a largo plazo lo que busca es privatizar en mayor grado la educación, mercantilizarla y hacerla menos accesible en sus niveles superiores a los hijos e hijas de la clase trabajadora para fomentar una división del trabajo aún más desigual.
A estos ataques el movimiento estudiantil ha respondido de manera desigual a lo largo del tiempo, nivel educativo y de la geografía del estado. Ha habido con la aprobación de cada decreto una serie de huelgas y movilizaciones de carácter masivo que después se han “desinflado” o quedado sin perspectivas por diferentes defectos de los que adolece el movimiento estudiantil.
Por un lado, a pesar de la masividad de las movilizaciones, éstas no han sido capaces aún de generar marcos y aprendizaje de autoorganización que puedan superar a las estructuras estudiantiles existentes y por tanto puedan dar un carácter realmente masivo y sostenible en el tiempo a la movilización.
Por otro lado, si bien las organizaciones estudiantiles más activas han crecido a lo largo de todas estas peleas tanto cuantitativa como cualitativamente, éstas aún siguen con la asignatura pendiente de la coordinación en la intervención del movimiento estudiantil y la elaboración conjunta de una hoja de ruta para las reivindicaciones del movimiento.
Además, pocas de ellas siguieron movilizando durante el periodo electoral, fruto en parte de la esperanza y dedicación a que hubiera un posible gobierno alternativo, lo cual mermó bastante la capacidad del movimiento estudiantil de dar saltos hacia delante. De cara al futuro, es importante decir alto y claro que, como acabamos de comprobar y es norma a lo largo de la historia, es mediante la movilización sostenida como los y las estudiantes podemos conseguir la educación que necesitamos. Es necesario recordar que “gobierne quien gobierne” seguiremos luchando.
Es más, parte de la reciente victoria del movimiento estudiantil se da gracias a que, como lucha social, no se paraliza del todo durante el periodo de mayor debilidad institucional.
2.     HUELGAS 26-O Y 24-N, REVÁLIDAS Y LOMCE
Este curso 2016/17 comenzaba con la aprobación del decreto de las reválidas, las cuales amenazaban con dejar sin título de ESO y bachiller a miles de estudiantes en los próximos cursos y a realizar un examen con un contenido sin determinar hasta bien avanzado el curso a los y las estudiantes que quisieran acceder a la universidad.
Pero además, a nivel institucional comenzaba con la formación de un nuevo gobierno del PP en minoría. Ello daba muestra de una debilidad institucional mayor que, tras un periodo electoral donde diferentes fuerzas con capacidad de movilización en todos los sectores, “animaba” a la movilización.
De hecho, se convocaba desde mediados de septiembre por parte del SE a la huelga general estudiantil el 26 de octubre, siendo después ésta una fecha de huelga educativa con la adhesión de diferentes sindicatos de docentes de forma desigual a lo largo del estado. Dicha fecha de huelga deja a lo largo del estado manifestaciones y movilizaciones masivas y supone el primer golpe de masas para el recién estrenado gobierno.
Tras el éxito de dicha movilización, desde el Sindicato de Estudiantes se convoca una nueva fecha de huelga estudiantil el 24 de noviembre. Dicha fecha deja atrás a los sindicatos docentes por su falta de combatividad y capacidad de movilización, así como a parte de los agentes estudiantiles que en la anterior convocatoria habían construido la huelga.
Aún con todo, la movilización vuelve a mostrar que el rechazo a las políticas de recortes y privatización es importante en el estudiantado y que, en concreto, el sector de enseñanzas medias rechaza y se moviliza contra las nuevas “reválidas”. A los pocos días, una reunión entre el ministro y los y las consejeras de educación de las diferentes comunidades autónomas se resolvía con el paso atrás por parte del gobierno en las reválidas y algunos aspectos de la LOMCE.
En concreto, las reválidas de la ESO y la educación primaria pasarán a ser solamente consultivas y no se realizarán más que en una muestra de centros educativos. Además, tanto éstas como las de bachiller dejarán de tener definitivamente efectos académicos (el suspenso de la prueba no dejará sin título a los y las estudiantes). La prueba de 2º de bachiller queda bastante parecida a la selectividad, siendo una prueba compuesta por 6 exámenes de asignaturas exclusivamente de este curso. Concretamente, 4 materias troncales comunes (historia de España, Lengua, primer idioma extranjero y matemáticas, latín, matemáticas aplicadas a las ciencias sociales o fundamentos del arte, dependiendo del bachiller) y 2 troncales propias del bachiller. Dichos exámenes suman 14 puntos (dependiendo de la titulación a la que se quiera acceder como pasaba hasta ahora) y serán los que den acceso a cualquier universidad estatal.
Dichos exámenes se realizarán como hasta ahora, en junio y septiembre, teniendo éstos una duración de 60 minutos (4ºESO) y 90 (2ºbachiller) con 15 y 20 minutos de descanso mínimo entre ellos respectivamente.
En resumen, tras dos huelgas estudiantiles en este curso, el gobierno echa atrás los efectos académicos de las reválidas (condicionar a su superación la obtención de título), la gestión privada y externa de las pruebas (será cada universidad la que realice las pruebas en su distrito en base a los criterios ministeriales), se recupera el único examen de acceso y a nivel estatal, con contenidos únicamente de 2º de bachiller y de 4º de la ESO (siendo además las de la ESO solo muestrales en un puñado de centros) y se eliminan algunos aspectos de la LOMCE como por ejemplo la no titulación del graduado en ESO de la FP básica (ahora si obtendrán el título) o los diferentes itinerarios de los graduados en ESO (siendo ahora el mismo título para todas las modalidades y con los mismos “derechos” de seguir estudiando).
3.     PERSPECTIVAS
Esta victoria, seguramente temporal hasta que un nuevo pacto de estado por la educación que unifique a PP, C’s y PSOE vuelva a poner en el punto de mira las medidas echadas atrás, es y ha sido fruto de múltiples movilizaciones en el sector estudiantil. Es el movimiento estudiantil la única lucha que se ha mantenido en tensión de manera regular (aunque como es obvio, con alzas y bajas en la movilización) y es por ello que este nuevo gobierno en minoría ha tenido que empezar a ceder con el sector que más se ha movilizado.
Es la organización del estudiantado, el debate y reflexión colectiva para la lucha continuada lo que permite a los y las estudiantes obtener las condiciones de estudio y de vida que necesitan y merecen.
Pero la lucha ni mucho menos acaba aquí. Esta victoria nos debe hacer más y más fuertes. Nos ha de dar impulso para derogar del todo la LOMCE, el 3+2, los recortes, los despidos y plantar cara a una más que probable ley injusta fruto del, tan aclamado por algunos, pacto de estado.
Tenemos que ser muchos más en cada clase, en cada instituto, en cada facultad. Más estudiantes que pelean de manera organizada y permanente por sus derechos y sus condiciones de estudio. Pero también tenemos que ser “mejores”. Mejores a la hora de poder converger en dicha lucha todas las organizaciones que hemos contribuido a esta victoria.
Es necesario que todas las organizaciones estudiantiles a nivel estatal, nacional, regional y local se encuentren para afrontar de manera conjunta este nuevo periodo que parece abrirse en el movimiento estudiantil. Es necesario que dichas organizaciones acuerden un programa de movilización conjunto que además su elaboración y puesta en práctica sea llevada a cabo por el máximo número de estudiantes, pertenezcan éstos a alguna organización estudiantil o no. Hemos de superar las dinámicas sectarias y de autoconstrucción por parte de algunas organizaciones estudiantiles para poder fortalecer la intervención en el conjunto del movimiento.

LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO, LAS REVÁLIDAS SOLO HAN SIDO EL PRINCIPIO. SIGAMOS LUCHANDO, SIGAMOS GANANDO

Coordinadora Sindical Estudiantil

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