Desde la Coordinadora Sindical Estudiantil apoyamos la Marcha Estatal contra las violencias machistas que tendrá lugar el próximo 7N en Madrid, y llamamos a toda la población en general y a la comunidad educativa en particular a participar en esta convocatoria, porque pensamos que la violencia machista es un problema social profundamente arraigado en nuestro sistema social y político que requiere de una respuesta por parte de toda la población.
Dicha violencia, cuyo máximo exponente se manifiesta en el número de mujeres asesinadas (que en lo que va de año asciende a 37 según cifras oficiales y que supera las 40 según otras cifras), va mucho más allá de los feminicidios.
Objetivización, acoso callejero, negación del derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestra sexualidad, infrarrepresentación de las mujeres en los puestos de poder, desigualdad laboral, ausencia de mujeres en la vida pública y política, chistes y comentarios sexistas… son solo algunas de estas violencias que perpetúan la desigualdad de poder entre hombres y mujeres. La reivindicación del feminismo en el ámbito educativo pasa por condenar la socialización de género que se inicia en los niveles inferiores del sistema educativo y que está presente a lo largo de nuestra vida (a través de la diferenciación de juegos, de la idea de que el desempeño en unas u otras asignaturas están marcadas por el género, o de que hay carreras de chicas y de chicos). También por denunciar el escaso número de mujeres en puestos de dirección en colegios e institutos (aún cuando la presencia de mujeres en la plantilla de los centros es mucho mayor a la de hombres), una desigualdad que se hace más patente a medida que avanza el nivel educativo en el que nos encontramos (en la universidad del número de mujeres catedráticas es muy inferior al de hombres). Más concretamente la lucha feminista en el ámbito estudiantil puede manifestarse puede llevarse a cabo impulsando campañas contra la publicidad sexista que campa a sus anchas en nuestras universidades, utilizando el cuerpo de la mujer como estrategia de marketing; o denunciando las actitudes, comportamientos y comentarios de profesores y compañeros.
Por ello, desde la Coordinadora Sindical Estudiantil insistimos en que luchar contra las violencias machistas no es solo condenar los asesinatos, ni reivindicar los derechos de las mujeres dos días al año, sino combatir todas las manifestaciones de machismo que encontramos en nuestras vidas. Y esto pasa defender la transversalidad del feminismo en la lucha por una educación pública.
Luchar contra las violencias machistas es cuestionar el capitalismo como sistema económico que nos impone una división sexual del trabajo que nos obliga a realizar trabajos eternamente no reconocidos ni remunerados que son indispensables para que el sistema siga funcionando; y es también cuestionar el patriarcado como sistema social basado en la subordinación e invisibilización las mujeres todos los días del año.
El 7N nos vemos en Madrid para gritar alto y claro que ¡NOS QUEREMOS VIVAS!
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